Es fundamental que a parte del margen se lleve una gestión eficaz y eficiente de la caja para no poner en riesgo la salud de la empresa como de su continuidad. Por todo ello, a continuación se indican algunos consejos a la hora de ganar o aumentar la liquidez manteniendo ese flujo de efectivo continuo, minimizar todos los riesgos posibles y aprovechar al máximo todos aquellos recursos financieros que tenemos hoy en día a nuestra disposición en el mercado para evitar esos problemas de falta de liquidez.

1. Establecer un presupuesto detallado y específico: El presupuesto es la principal herramienta para planificar la gestión empresarial, contemplando todos los ingresos y gastos previstos. Hay que contar con una planificación o una hoja de ruta que sea clara para asignar recursos financieros de manera eficiente y tener una guía para poder tomar decisiones financieras para alcanzar aquellos objetivos de negocio establecidos.
2. Reducir gastos operativos: Manejar correctamente los gastos es esencial para reducir costes. Es decir, la gestión eficiente de los gastos operativos es crucial para maximizar los beneficios y mantener una salud financiera sólida. Hay que identificar aquellas áreas donde se pueden reducir costes y mejorar la eficiencia operativa de la empresa.
3. Gestionar eficientemente el inventario: Hay que mantener un stock adecuado, anticipándose en la medida de lo posible a la demanda del mercado y utilizar sistemas de gestión de inventario que permita evitar costes innecesarios de almacenamiento, controlar los niveles de stock y agilizar los procesos de reposición de materias primas o productos adquiridos para la venta.
4. Renegociar las condiciones con los proveedores: No sólo para ajustar esos costes y aumentar los márgenes, sino también para tener una relación de calidad con ellos. Hay pues que renegociar esas condiciones de pago favorables, plazos de pago y entrega además de calidad de producto son de gran ayuda para tener una buena salud financiera. Además, es importante mantener una comunicación abierta, continua y transparente con los proveedores y establecer una relación de confianza mutua que es de gran ayuda.
5. Diversificar las fuentes de ingresos o líneas de negocio: Aunque esto no siempre es posible y es más fácil sobre el papel que en la realidad, también se debería intentar explorar nuevas oportunidades nuevas de negocio y segmentos de mercado para optimizar la liquidez.
6. Hacer proyecciones de flujos de efectivo: Al igual que la elaboración de un buen presupuesto te puede ayudar a conocer la situación de la empresa, realizar estas proyecciones te servirá para tener mayor control sobre el estado de tu caja, con el fin de garantizar la capacidad de hacer frente a las obligaciones financieras a corto plazo (pago a proveedores, pago de salarios, impuestos, etc.) y aprovechar oportunidades de inversión.
7. Renegociar las deudas: Cuando las deudas suponen una amenaza para la sostenibilidad del negocio, es crucial evaluar la situación. En primer lugar, es fundamental priorizar la amortización de aquellos préstamos con tasas de interés más altas. Sin embargo, si esta opción no resulta factible, se puede considerar la posibilidad de renegociar las deudas, especialmente buscando convertir las deudas a corto plazo en deudas a largo plazo, con plazos superiores a un año.
8. Controlar las cuentas por cobrar: Las facturas pendientes son un problema para muchas empresas. Para ello unos de los consejos sería establecer políticas claras de crédito y cobro para garantizar el pago en la mayor brevedad por parte de los clientes. Es de vital importancia el definir los plazos de pago y establecer una comunicación transparente con los clientes. Además, se debería de poner en marcha estrategias que puedan contribuir a agilizar el cobro de facturas, como facilitar descuentos por pronto pago o por volumen de compras.
9. Establecer reservas de efectivo: Es una buena idea constituir un fondo de emergencia para hacer frente a situaciones imprevistas y mantener la estabilidad financiera. Para ello, es preciso realizar un análisis de los flujos de efectivo y evaluar las necesidades de reserva en función de la naturaleza de nuestro negocio, su estabilidad y el grado de incertidumbre.
10. Revisar y ajustar nuestros precios: Fijar los precios no es una tarea fácil. Hay que encontrar en la medida de lo posible un punto de equilibrio de tus precios aunque sea uno de los aspectos más complejos en cualquier gestión empresarial. Analizar continuamente el mercado, que hace la competencia en esta línea y revisar estructuras de costes y márgenes de ganancia será importante para establecer precios rentables y competitivos.