El Controller de gestión lo podemos definir como el asesor estratégico de la empresa. Por un lado, “se ha convertido en un apoyo esencial para la toma de decisiones rápidas y fundadas que garanticen la supervivencia y el crecimiento de la empresa”. Pero también, gracias a su conocimiento transversal del negocio, se erige en el catalizador de la inaplazable digitalización empresarial, de la automatización de los procesos, así como de la analítica de datos apoyada en la inteligencia artificial.

Para ejercer todas las responsabilidades que recaen en la función de control de gestión, se ha demostrado la eficacia de contar con un departamento específico que sirva de enlace entre la dirección o el consejo de administración y el resto de áreas de la empresa.

¿Qué responsabilidad tiene el control de gestión en las empresas?

La labor del Controller debe desarrollarse en 3 dimensiones:

• Dimensión económica, orientada a maximizar la rentabilidad. El rol de control de gestión tiene un papel relevante en el presupuesto, en cuya elaboración debe intervenir, además de en su posterior supervisión del grado de ejecución para identificar posibles desviaciones.
• Dimensión estratégica, que tiene que ver con el desarrollo de la estrategia para garantizar el éxito a largo plazo en la empresa.
• Dimensión operativa. Se centra en la optimización del uso de los recursos con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa.

Desarrollar sus responsabilidades implica que el Controller lleve a cabo una exhaustiva labor de análisis de todos los datos que genera la empresa. De esta forma, puede realizar predicciones, estableciendo escenarios alternativos, según los resultados para el cumplimiento de objetivos.

Ventajas del control de gestión para las empresas

La principal ventaja de esta función, ejercida por la figura del Controller, es que permite evaluar la gestión de una compañía. En resumidas cuentas:

1. Ayuda a mejorar la toma de decisiones al estar estas basadas en datos concretos y en el análisis en tiempo real, lo que reduce la incertidumbre y minimiza los riesgos.
2. Planificación estratégica: contribuye a definir objetivos claros; esto es fundamental para el éxito a largo plazo de la empresa.
3. Contribuye a identificar ineficiencias y recursos mal asignados, lo que conduce a una mejor utilización de los activos y recursos financieros.
4. Permite mejorar la productividad de los procesos empresariales al identificar áreas de mejora y tomar medidas correctivas.

Fuente: Global Chartered Controller Institute – GCCI