• La importancia de contar con un buen asesoramiento

Hoy en día casi todos los empresarios y emprendedores de España están de acuerdo que asumir riesgos fiscales, laborales y/o jurídicos no compensa y que, además, no es económicamente ni socialmente rentable. Por todo ello, la importancia de contar con un buen asesoramiento.

Actualmente, conocer y prever las implicaciones y riesgos derivados de la aplicación de la normativa vigente, es fundamental en el buen gobierno de una empresa y en la toma de las decisiones empresariales responsables y sostenibles. Basta con fijarse en la cantidad de normas y cambios legislativos que se aprueban anualmente.

Hoy en día estar bien asesorado adquiere todavía mas una renovada importancia.


Algunas de las recomendaciones o consejos prácticos que cualquier empresario debe exigir a su asesor y que además ayuda a que la relación entre la empresa o el emprendedor con sus asesores se desarrolle en un marco de confianza, valoración mutua y un alto grado de eficiencia y profesionalidad, basta con establecer lo siguiente:

  • Al inicio de cualquier trabajo o prestación de servicio es recomendable exigir a tu asesor que elabore una agenda u hoja de ruta documentada y escrita donde se detallen los trabajos a realizar y fechas claves.
  • Fácil acceso, disponibilidad y comunicación con tu asesor.
  • Anticipación y prevención para evitar problemas y riesgos, apoyándose en un conocimiento profundo de nuestro negocio, sector y situación familiar.
  • Cualquier respuesta de tu asesor debe cumplir los siguientes requisitos: fiabilidad, correcto razonamiento, remisión a la normativa, respuesta formalizada y explicación de las implicaciones.
  • Poner en marcha revisiones periódicas cada dos o tres años.
  • Rapidez y eficacia en las respuestas ante problemas urgentes.
  • Recibir información resumida de los cambios legislativos.
  • Pedir que se documenten, en formato físico o digital, todas las actuaciones y respuestas.
  • Ser escrupuloso con los plazos, con el tiempo del cliente y con el orden.
  • Tener una cierta información sobre las actividades e iniciativas del asesor.

Un asesor que aplique estos principios no debe verse como un coste para la empresa, es una inversión, es un aliado, un consejero u hombre de confianza, y eso no tiene precio.

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