• El sello que marca la diferencia

En tiempos de crisis, una buena estrategia empresarial marca la frontera entre el éxito y el fracaso. Más allá del control del gasto, asumir riesgos y buscar nuevas oportunidades de negocio puede cambiar el destino de una compañía incluso en el contexto más adverso.

Tarde o temprano, la crisis se superará. Así lo apuntan los expertos en gestión, que consideran que la coyuntura económica es sólo un factor añadido más en el proceso de transformación que vive la sociedad.

Un estilo de gestión cuyos 10 principios básicos han resumido los especialistas de varias escuelas de negocios en el decálogo del management del siglo XXI:

1.       Es éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.

2.       Toda iniciativa empresarial debe ser el resultado de una estrategia meditada, ya que un plan no es nada, pero la planificación lo es todo. La situación económica actual requiere una evaluación constante de los riesgos, así como una eficiente gestión de tesorería.

3.       La empresa sin estrategia está dispuesta a intentar cualquier cosa.

4.       Mientras a los elefantes les cuesta mucho adaptarse, las cucarachas sobreviven a todo. Porque vivimos en un mudo de sobresalto que exige líderes emprendedores, cuya gestión sepa adaptarse a los cambios, que llegan a toda velocidad y de los que nadie puede escapar.

5.       Destaca la valía del propio gestor: si no eres parte de la solución, eres parte del problema.

6.       Despide a los planificadores, deja de pensar y actúa: en un contexto de crisis, la búsqueda de oportunidades en otros mercados, que facilite un crecimiento más sostenible en el largo plazo.

7.       Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos: las empresas que han optado por internacionalizarse están aguantando mejor la crisis y saldrán reforzadas.

8.       El liderazgo es una sociedad entre el jefe y su gente: maximizar sus recursos, reunir un equipo con talento a su alrededor y liderarlos.

9.       Lo importante no es saber, sino tener el teléfono de los que saben.

10.   Los directivos deben preocuparse menos de las estadísticas y más de innovar, o que el mayor enemigo de la gente de marketing es el Excel.

 

Un modelo basado en el liderazgo, la observación y el esfuerzo:

No se trata de una crisis “financiera, ni de liquidez, ni de confianza”, sino “de valores y de modelo de gestión, dirección, liderazgo y control, que no es poco”.

Juan Fernández-Aceytuno, experto en dirección de empresas apuesta por un modelo de gestión dividido en cuatro etapas, que permite comenzar a caminar:

1.       Observación de la realidad social: implica ver más allá del velo de desconfianza y parálisis que ha provocado la crisis. El directivo debe de ser capaz de mirar más allá, entendiendo que los ciclos económicos existen y que no tiene sentido luchar contra ellos, sino gestionarlos mediante un modelo de actuación estable y coherente.

2.       Planificación: es ese conocimiento de la realidad el que permite al empresario planificar la estrategia de la compañía.

3.       Actuación: es la ejecución del plan, los directivos demostrarán su capacidad de liderazgo.

4.       Resultados: recoge el seguimiento de la actividad diaria de la empresa y el análisis sosegado de los resultados.

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